La transferencia de mi "petrificado" estaba dispuesta para el jueves 28 de enero a las 17.30 horas.
Finalmente, tras barajar diferentes opciones, nos fuimos a Valencia con angelote y también con mis padres para que pudieran quedarse con él mientras estábamos en el hospital.
Nos fuimos el miércoles y pasamos unos días muy buenos, visitando la ciudad, comiendo por ahí, y disfrutando mucho de esta ciudad y de angelote que está súper gracioso.
Estuve muy tranquila, pero esa tranquilidad dejó paso al nerviosismo cuando faltaba poco tiempo para irnos al hospital. Nerviosismo porque todo saliera bien, nerviosismo por dejar a angelote con mis padres y nos echara de menos, nerviosismo por la importancia que tenía este día...
Nos dirigimos al hospital y una vez avisados de nuestra llegada nos llevaron a las dependencias de Ginemed. Allí esperamos un rato y finalmente nos indicaron cual era nuestra habitación, que nos pusiéramos las batas, gorros y "loquecubrelospies" (no sé como se llama) y nos dispusimos a esperar. Tardaron bastante en llamarnos, pero me sirvió para relajarme y también para echar una charleta tranquilamente con mi chico, que hacía casi dos años que no teníamos esa oportunidad. Es que angelote es muy absorbente y se mete en todas nuestras conversaciones...
Nos llamaron y una vez en la camilla primero llegó la bióloga para contarnos que nuestro "petrificado" había descongelado perfectamente, que no había sufrido ninguna modificación y que era "muy bonito". Mira, como su hermano, pensé yo... Y acto seguido se presentó Juana y empezó a preguntar por angelote y por como estábamos. Tardó un plis plas en ponerme el embrión y luego estuvimos unos minutos de charla hablando de la maternidad y de lo que haríamos si esta vez no funcionaba. Nos dimos un abrazo y nos despedimos.
Y después de ponerme la progesterona intramuscular, vuelta con angelote, tarde tranquilita, y al día siguiente de viaje hasta mi ciudad.
Este es mi tercer día de betaespera y la verdad que me estoy tomando al pie de la letra las indicaciones postransferencia. Vida normal. Y eso hago, porque no es lo mismo una betaespera con niño que sin niño. Ni física, ni emocionalmente. Intento cuidarme en no coger a angelote porque el fiera pesa cerca de 18 kilazos, pero por lo demás... Ayer por ejemplo nos fuimos al teatro con angelote y unos amigos y luego estuvimos de cena y nos acostamos cerca de la una de la mañana. Y hoy nos iremos al parque y luego quizás comamos por ahí.
Sinceramente me da un poco de pena porque es que a veces hasta se me olvida que estoy en betaespera. Luego de repente me acuerdo y me entra el gusanillo y mariposas en el estómago, pero ya no puedes focalizar tu atención en esto porque tengo un personajillo que me reclama a todas horas.
Deseo con todas mis fuerzas que "petrificado" se quede con nosotros y sé que conforme se acerque la fecha de la beta me iré poniendo más nerviosa. Pero hasta entonces, disfrutaré de esta semiinconsciencia. Es mi quinta betaespera y, sin género de duda, puedo decir que es la más diferente de todas.
Seguiremos informando...